Mi segundo posteo pretendía explicar un poco el porque elegí este nombre para el Blog, cronológicamente era lo correcto, literariamente era lo apropiado, y lógicamente era lo obvio, pero como explique antes este espacio no pretende ser ni ordenado ni literario ni lógico, a fin de cuentas, fue concebido con la idea de ser un trozo de mi alma, y la misma, sabido es, no es ni ordenada ni mucho menos lógica.
Seria demasiado complicado explicar los sucesos que me llevaron al estado en el que me encuentro actualmente, pero a efectos clarificadores resumiré diciendo que me puse a pensar en los amigos y en los afectos que había perdido con los años, y en cuan responsable había sido yo de cada una de esas perdidas.
Dicen que “A los amigos al igual que a los dientes los vamos perdiendo con los años, no siempre sin dolor” y creo que es inobjetablemente cierto, pero también, nobleza obliga, hay que reconocer que en mi historia personal yo tuve mucho que ver con que así haya sido.
Un proverbio, árabe si mal no recuerdo, reza que “la única manera de tener (y de mantener) un amigo es serlo” y confieso que durante gran parte de mi vida esa fue una asignatura pendiente en mi lista de virtudes, seamos sinceros aun lo es… no por falta de oportunidades, ni de gente con los suficientes meritos para merecer que lo intente, sino sencillamente por no saber como serlo, y también porque tampoco me importaba demasiado, mas tarde ahondare (o no) en este tema pero la vida me llevo a aislarme emocionalmente de los demás y de mi mismo, y cuando se vive en ese estado sentimentalmente catatónico nada ni nadie importa lo suficiente. Pero curiosamente de un tiempo a esta parte las perdidas empezaron a pesar lo suficiente para que las sintiera y para que dolieran.
El proceso de humanización que empecé, padecí y disfrute durante el ultimo año me obligo a replantearme muchas, muchísimas cosas, y solo yo y dios somos testigos de cuantas cosas cambiaron dentro mío en ese tiempo.
Hoy nuevamente un suceso me llevo a pensar en un amigo que ya no lo es, en todo lo vivido juntos, en como nuestros caminos paulatinamente se separaron y en como hoy se encuentran diametralmente opuestos, me apena mucho no poder compartir una de las semanas mas felices de su vida.
Sin embargo, les hare una pequeña confidencia, mi tristeza esta mezclada no solo con una buena porción de nostalgia si no también con un dejo bastante importante de alegría.
¿Por qué? Porque me importa, porque sentirme mal en este momento significa que algo cambio en mi, por que por lo visto tuve que aprender del modo difícil, perdiendo y sufriendo dichas perdidas, llorando y padeciendo, enfermando y muriendo, pero a fin de cuentas aprendí.
Así que si todo lo vivido, lo perdido y lo sufrido me llevaron a donde estoy y a quien soy hoy, seria ingrato recordarlo tan solo con tristeza y no con gratitud…
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